A Coruña
Situada en una península unida por un istmo a la Ibérica es de una belleza espectacular al estar rodeada por un lado con el puerto y el otro por un paseo marítimo que recorre 16 kilómetros por la Ensenada del Orzán, majestuosamente vigilada por la torre de Hércules y por el monte de San Pedro.
Como se puede encontrar todo lo referente a la población en diferentes medios, escribiré mis impresiones personales en este viaje.
Dispone de una zona claramente destinada a las tabernas de tapas, vinos y casas de comidas típicas, en todas ofrecen el caldo gallego y parrilladas de mariscos, también existen en casi todas ellas menús desde 7 euros con dos platos y bebida, que por cierto son generosos y buenos.
A pesar de toda esta oferta gastronómica, me da la impresión de que hay muy poca gente callejeando y menos aún relacionándose en los bares, aunque la hora creo es la adecuada para ello, (20-21h.), tal vez por ser días laborables no haya la animación que yo esperaba, es posible que cercano a los fines de semana sea diferente.
No soy de visitar muchos museos pero los pocos que hemos visitado o han sido de entrada gratuita o de un importe bajo, destacando el de Bellas Artes y el del Hombre.
La accesibilidad en autobús por la ciudad es buena aunque un poco confusa por los planos ofrecidos en los puntos de paradas e inclusive en la web del ayuntamiento. Lo bueno que tiene es que son circulares, es decir se puede coger en el mismo punto en que se dejo y al llegar al punto final no es necesario bajar y volver a tomar billete para continuar.
Las calles en la ciudad vieja y zonas de mucha afluencia peatonal, están delimitadas en gran medida para los transeúntes eso facilita la movilidad, prácticamente se puede caminar por toda esa zona que casi no vemos vehículos otra cuestión es la situación del pavimento, es muy defectuoso y lleno de dificultades con escaleras y escalones que hacen de una distracción una posibilidad de conocer el suelo de cerca.
Las gentes son amables, una pregunta puede acabar en una larga disertación o conversación de cualquier tema, se oye frecuentemente hablar en Gallego, esa lengua que parece acariciar las palabras, aún siendo ese idioma oficial aquí en Coruña (como no podía ser de otra manera), el Español está presente en toda rotulación, siendo muy cómodo para el turista Español y extranjero, aún así sus gentes no parecen incomodas con el uso que hacen de la lengua. Soy de la opinión que las lenguas deben de unir, nunca separar.
Aprovechando la cercanía, hicimos un viaje en autobús a Santiago de Compostela, resulta que sin saberlo fuimos el día del peregrino (22 de mayo), la ciudad estaba a rebosar, al contrario que en A Coruña, muchas tiendas dedicadas al turismo abiertas y animadas, la catedral impresionante, algo ajada en su exterior, por supuesto estaba llena de personal y a esa hora (12 h.), se procedía a la misa, no pude observar todo su esplendor por la cantidad de gente que había, solo visite el lugar donde esta enterrado el apóstol y me asombre del tamaño del botafumeiro.
Paseando por la ciudad, ya de vuelta, en la plaza del Ayuntamiento estaban efectuando una entrega de despachos y condecoraciones a personal de la policía local, presidida por el alcalde, al finalizar los agentes hicieron demostraciones de lo bien preparados que están.
Cogí cuatro taxis, dos recorridos fueron desde la estación de tren al hotel y otro a la inversa, el primero sin saber el porque me pareció que me daba alguna vuelta de mas, pero como es mi primer viaje y no conozco la ciudad pensé que podía estar confuso; en el mismo recorrido a la inversa otro conductor nos llevo por un camino que claramente vi que era mas largo, al llegar a destino me dijo el importe al cual le había sumado un euro mas por las maletas, al decírmelo le comento: ‘por las maletas y por la excursión en la ciudad’, responde que creía que era el mejor camino y que el otro podía estar atascado, y que por ello me rebaja 50 céntimos. En fin, fue lo único desagradable de mi visita a esa hermosa ciudad.
A Coruña 24 de mayo de 2013
Doncs parlem tots en anglès, així no caldrà que ningú aprengui idiomes 😛
Me parece muy bien que todos habláramos Inglés, o Chino que son mas de 1500 millones, y por que no Español, que también somos mas de 600 millones de hablantes.
Confundimos frecuentemente el tocino con la velocidad, y es lastimoso estar constantemente preparado a saltar en la defensa de un nacionalismo separatista cuando todo el resto de Europa esta intentando lo contrario.
A lo largo de los años han desaparecido muchas lenguas, entre ellas principales y cultas como el Latín, es cuestión de mirar hacia adelante y no obnubilarse y menos aborregarse con las consignas de políticos corruptos y sin futuro.
Hay que pensar por si mismo.