Ramón del Valle-Inclán – Sonatas
Las Sonatas de Valle-Inclán se publican en libro en 1902 (Sonata de otoño), 1903 (Sonata de estío), 1904 (Sonata de primavera) y 1905 (Sonata de invierno). Estas narraciones, fragmentos de unas memorias ficticias del marqués de Bradomín, constituyen el ejemplo más destacado de prosa modernista en la literatura española.
RESEÑA:
La prosa modernista se caracteriza por su frescura literaria, la búsqueda de la belleza y lo sensorial. Valle-Inclán nos presenta un don Juan en el Marqués de Bradomin, en sus cuatro aventuras repartidas en sonatas el amor sensual es el principal componente, vestido con el exotismo de los parajes, la belleza del lenguaje y el calor del erotismo, aunque también el amor se presenta melancólico, decadente y como no, la muerte.
En una entrevista a Valle-Inclán de 1926, insiste y puntualiza:
En ellas intenté tratar un tema eterno. El tema, si es eterno, por mucho que esté tratado, no está agotado nunca. El tema eterno es piedra de toque donde se mide el esfuerzo y mérito de cada autor, y por ello todos debemos intentarlo. Don Juan es un tema eterno y nacional: pero don Juan no es esencialmente conquistador de mujeres; se caracteriza también por la impiedad y por el desacato a las leyes y los hombres. En Don Juan se han de desarrollar tres temas. Primero: La falta de respeto a los muertos y a la religión, que es una misma cosa. Segundo: Satisfacción de sus pasiones saltando sobre el derecho de los demás. Tercero: Conquista de las mujeres. Es decir: demonio, mundo y carne, respectivamente […] Los don Juanes anteriores al marqués de Bradomín reaccionan ante el amor y ante la muerte; les faltaba la Naturaleza. Bradomín, más moderno, reacciona también ante el paisaje.
Lo mejor de leer por el solo placer de la lectura, es que podemos embelesarnos con los olores y la musicalidad de la prosa.