Máximo Gorki – La madre
SINOPSIS:
Los primeros años del siglo XX fueron para la sociedad rusa años de opresión y de dolor. Cargando con la hipocresía, la intransigencia y los desmanes de la aristocracia zarista, una masa informe de obreros, miserables y vagabundos pueblan las aldeas y los suburbios. La literatura ha de tomar entonces la vertiente más comprometida del realismo narrativo, en su fórmula sobria, clásica en la tradición rusa, o en su configuración más exaltada y emotiva: tal es el caso de Gorki.
Máximo, el Amargo, condiciona su literatura a la descripción de la vida sentimental e ideológica de los miserables, de los desheredados, de los vagabundos. Su prosa no ha de ceñirse a una simple proclama política o a un panfleto: nos muestra, por el contrario, una radiografía espiritual de los oprimidos, sus dudas, su aprendizaje, su cobardía y su heroísmo. Así, el conflicto exterior se refleja en el interior y se modula y recrea literariamente.
La madre fue censurado en la Rusia prerrevolucionaria, un libro peligroso, delictivo, hostil y rebelde. Como una lenta e inexorable toma de conciencia social e individual, La madre se desenvuelve entre una lucha en desventaja contra un poder agresivo y la angustiosa necesidad de la dignidad humana. El hombre es, al fin, el objetivo y el objeto de la obra de Máximo Gorki.
«La madre» está inspirada en los sucesos que se produjeron en la fábrica de Sornovo durante la revolución de 1905. La creencia ciega de Gorki en una verdadera y posible revolución capaz de mejorar la existencia del hombre está en muchos de los diálogos y en el contenido básico de esta novela. El hombre, repetirá una y otra vez, «es la única maravilla sobre la tierra; todas las demás, son producto de su imaginación, inteligencia y voluntad creadora».
RESEÑA:
El valor de este libro reside en lo social, muestra el sentimiento de un pueblo ahogado en la miseria, esclavizado hasta la extenuación, viendo a sus verdugos nadar en la abundancia y gastar en nimiedades mientras ellos tienen como comida principal un trozo de pan y un vaso de té, y no siempre.
Se conoce la revolución Rusa, también la francesa, muy pocas para la opresión que en todo el mundo ejerce el capìtal sobre el pueblo.
Tampoco es la solución, el capital seguirá estando en las mismas manos y tarde o temprano volverán a detentar el poder los mismo u otros revolucionarios que hayan vislumbrado el encantamiento de la riqueza, y que aprovechan a pasarse al capital.
Siempre ha existido el que tiene mucho, el que tiene menos y el que no tiene nada, si los que tienen menos son mayoria, normalmente se mantiene la sociedad que conocemos, si la mayoria son los últimos, la revolución está servida.
El movimiento del 15M, iniciado en Madrid en 2011, fue una manifestación colectiva de ciudadanos indignados por el poder de los políticos y domínio de bancos y corporaciones económicas que estaban acogotando el país; Aunque su seguimiento fue enorme en España, el final es que no se ha conseguido nada nuevo. Fue lo mas parecido a una revolución, en eso quedó todo: gritos, fanfarrias y humo.
Este libro mueve las conciencias sociales más que cualquier tratado de sociología socialista.