Stephen King – Mientras escribo
SINOPSIS:
«Si no tiene tiempo para leer, no tendrá el tiempo
ni las herramientas necesarias para escribir.»
Mientras escribo empieza con el relato de la asombrosa infancia de Stephen King y su extraño y temprano interés por la escritura. Una serie de vívidos recuerdos de la adolescencia, de la universidad y de los años de lucha que lo llevaron a la culminación de su primera novela, Carrie, aportan al lector una amena y divertida perspectiva sobre la formación del escritor. A continuación King describe las herramientas básicas del oficio y expone sus opiniones personales sobre el secreto de la escritura. Mientras escribo culmina con el conmovedor relato de cómo su necesidad de escribir lo estimuló para recuperarse de su casi fatal accidente en el verano del año 2000.
RESEÑA:
Aunque leo casi todo lo que cae en mi mano, también es cierto que cuando adquiero un libro elijo entre los temas que me gustan mas. A Stephen King no lo había leído nunca, oí comentar este libro y sin dudarlo lo encargue en la librería habitual.
La primera parte de este libro es una autobiografía del autor. Se puede pensar en la vanidad del escritor que se escribe a si mismo, yo creo que es orgullo, sentirse satisfecho por lo que hace, lo hará bien, regular o mejorable, pero pone todo su sentimiento en lo que hace y siente orgullo en ello, además puede creérselo, es un escritor muy leído.
Escribe que se ha puesto como ejemplo de escritor, sea por lo que sea, la historia vivida del autor es impresionante, un camino desde la pobreza mas absoluta al éxito rotundo. Desde viajar al abismo bailando con drogas y alcohol, hasta el despertar a la luz consiguiendo estabilidad familiar y de trabajo. Seguro que no es el único que ha sobrevivido en este mundo, luchando por hacerlo, pero es de los pocos que pueden escribirlo.
La segunda parte trata de las herramientas del oficio y el <secreto> de escribir. No hay secreto, sólo trabajo, trabajo y arte. Para todo lo que se hace bien se ha de tener arte, no sólo se es artista para subir a un escenario o rodar una película, se es artista en barrer un suelo, en hacer una instalación eléctrica, en elaborar un programa informático, en plasmar en un óleo una idea o dibujar un rostro al carboncillo. Es artista todo aquél que pone el corazón en lo que hace bien.
El libro tiene una posdata: Vivir. Detalla un accidente de circulación que padeció en verano de 1999 en que estuvo al borde de la muerte, y sus ganas de vivir. Sólo aquellos que nos hemos preguntado en algún momento de nuestra vida ¿saldré de ésta?, hemos sentido la satisfacción de notar el aire en los pulmones. No sabemos que respiramos hasta que te das cuenta de ello.