Antón Pávlovich Chéjov – El jardín de los cerezos
SINOPSIS:
El jardín de los cerezos es una obra de teatro que cuenta la historia de una familia aristocrática rusa que a raíz de una mala administración de sus riquezas enfrenta importantes problemas financieros y económicos.
Así, los aristócratas ven peligrar la hacienda familiar en donde se encuentra un famoso y bello jardín de cerezos, pues está a punto de ser rematada.
Con ánimos de ayudar, un comerciante cuyos padres fueron sirvientes de la familia, ve que nadie toma una decisión seria y propone salvar la hacienda convirtiéndola en un centro vacacional, lo que implicaría un reacondicionamiento de la finca y la tala del jardín.
En dicho contexto, los endeudados terratenientes avanzan hacia una encrucijada, pueden esperar al remate y ver qué ocurre o pueden intentar el salvataje de la finca propuesto por el comerciante y presenciar la consecuente eliminación del jardín, que representa una tradición familiar.
Antón Pávlovich Chéjov biografía:
(Taganrog, 1860 – Badenweiler, 1904) Narrador y dramaturgo ruso. Considerado el representante más destacado de la escuela realista en Rusia, su obra es una de las más importantes de la dramaturgia y la narrativa de la literatura universal. Su estilo está marcado por un acendrado laconismo expresivo y por la ausencia de tramas complejas, a las que se sobreponen las atmósferas líricas que el autor crea ayudado por los más sutiles pensamientos de sus personajes. Chéjov se apartó decididamente del moralismo y la intencionalidad pedagógica propios de los literatos de su época en una Rusia convulsa y preocupada por su destino, para apostar por un tipo de escritor carente de compromiso y pasión, plasmando una idea de la literatura que rechazaba el principio del autor como narrador omnisciente.
RESEÑA:
Aparte de entender que es una obra que trata de un desahucio por impago de tributos en la Rusia de 1900, no parece extraer otro significado del texto, los personajes, mientras esperan el consabido desahucio, pasan la vida en reuniones, comidas, conversaciones.
Se ha querido impregnar a esta obra de Chéjov un misterio aún por descubrir, después de mas de 100 años de haberla estudiado insignes personajes.
Dijo Ángel Gutiérrez que ha dedicado buena parte de sus ochenta y dos años a Anton Chéjov, y ha escudriñado hasta el último rincón de la obra del escritor ruso: “Hay que leerla mil veces para entenderla un poco”; Esperaré a leerla 999 veces mas, antes de poder opinar sobre ella.
En el mismo libro habian varios relatos cortos del autor, la sencillez y expresión del alma ruso, sus costumbres, padecimientos de la época, ofrecen una visión enternecedora de todo un pueblo.