Haruki Murakami – Sauce ciego, mujer dormida

Haruki Murakami – Sauce ciego, mujer dormida
SINOPSIS:
Un volumen extraordinario de veinticuatro cuentos que ofrecen, condensadas, las mejores cualidades del escritor japonés, y son una muestra inmejorable de su dominio de la ligereza y la gravedad.
Basta un detalle nimio o un golpe de azar para que algunos de los protagonistas de estas historias queden sumidos en una misteriosa melancolía, como si adivinaran en un gesto imprevisto el lado oscuro, o tal vez mágico, que esconden los comportamientos cotidianos. Algunos, como el protagonista de El séptimo hombre, intenta superar muchos años después, la pérdida de su mejor amigo, ocurrida en la infancia; otros sienten el impulso de pasear por el zoológico los días en que sopla un fuerte viento. Preparar la comida puede ser una excusa perfecta para desentenderse de los problemas de los demás, como en El año de los espaguetis, pero a veces es la realidad la que se impone, como la madre que en Hanalai Bay acude a recoger el cadáver de su hijo surfista tras morir atacado por un tiburón.Maestro en la creación de atmósferas, Murakami introduce en estos relatos no sólo elementos fantásticos y oníricos, donde mezcla con calculada ambigüedad el sueño y la vigilia, sino que echa mano de referentes como el jazz, o permite que los cuervos hablen y los chimpancés sean criminales. Pero, sobre todo, crea personajes inolvidables, enfrentados al dolor, al amor, a la sexualidad, rendidos ante la belleza, o necesitados de afecto, que, en su vulnerabilidad, aparecen como nuestros semejantes, nuestros contemporáneos.
RESEÑA:
Al contrario de los cuentos escritos en occidente, la mayoría tragicos, hasta los infantiles son en muchas ocasiones duros y con finales inciertos, no parecen libros para niños los llamados  “cuentos infantiles”.
Pues bien, los cuentos de este autor japonés, son curiosos y extraños, su filosofia y forma de ver la vida es particular, me resulta casi siempre una lectura totalmente diferente a como se escribe y se piensa en esta latitud.

Creo que la sensibilidad japonesa difiere mucho de la nuestra, es mas femenina, no quiero decir que el autor lo sea, lo es la sensibilidad nipona, a pesar de sus gritos, artes marciales y otras cuestiones que dan un aire de fiereza, en el fondo veo una cultura sensible y muy femenina.

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