Estos en número de 500, se eligen anualmente por sorteo entre los ciudadanos de más de treinta años y reciben una paga de cinco óbolos. Son el verdadero órgano de gobierno de la democracia y gozan de las funciones deliberativa, administrativa y judicial.
Los elegidos eran sometidos a examen para comprobar que cumplían los requisitos legales para desempeñar el cargo y juraban defender los intereses del pueblo. Al cesar de su cargo, debían demostrar que no se habían aprovechado de éste para enriquecerse.