Esta película se mueve entre un homenaje al inicio del cine, un canto a la lectura, y la historia sentimentaloide de un niño huérfano que vive en la calle, todo ello enhebrado por un guión sin ninguna coherencia.
Lo que me resulta una maravilla es la fotografía, la ambientación, los efectos especiales, el vestuario; desde la primera hasta la última secuencia uno queda prendado de la belleza artística del film.