La crueldad de la vejez
deje de acariciar tus manos
besar tus labios
de dibujar tu cuerpo con las yemas de mis dedos
apretar tus pechos
enredar tu pelo
de ir tras de ti
besar tus párpados
acariciar tus muslos
contar tus dedos
de reír contigo
de reír por todo
gemir contigo
de oler a sexo
de comer poco y de dormir menos
de ver tu sexo
de entrar en él
yacer abrazados
soy viejo
ardo en deseos
pero, soy viejo
que cruel es ser viejo.
Barcelona 29 abril de 2010