CAPIO HOSPITAL SAGRAT COR
Parece ser que en este centro están cambiando el sistema de admisión en consultas externas, nada mas entrar recibo un número para esperar en una sala en la cual me atenderá una persona situada en un mostrador donde hay unas diez personas atendiendo, varias pantallas indican el identificador y posición.
Este centro atiende a personas de la Seguridad Social y Mutuas privadas, (supongo que es un ejemplo de la privatización de la sanidad, esa que tanto se habla en las noticias y que aquí en Catalunya hace tiempo viene sucediéndose con el máximo silencio).
Este primer paso es solo para pasar la tarjeta, tanto sea de la Seguridad Social como de Mutua, así no se escapa nadie de pagar, al mismo tiempo dirigen a la planta y lugar donde se tiene la cita.
Es una situación caótica un grupo de gente muy numerosa esperando turno, muchas de esas personas muy mayores, de pie y sin enterarse bien de lo que deben de hacer, preguntando a todo el mundo y pasándoles el número puesto que su atención es limitada para toda esta ‘modernidad’, al hacer observar al personal de atención, se limitan a contestar de mala manera diciendo que si no estamos conformes ya sabemos donde reclamar.
Supongo que este personal debe de estar agotado con ese estresante trabajo, de ahí la contestación tan desafortunada, no me extraña porque es agotador para todos.
Ya en la planta que me correspondía mucha gente esperando, en mi ticket pone planta 1, sala B, hora visita 11h.
Aquí también hay pantallas pero inactivas, utilizan el método clásico de ir llamando por el nombre.
Yo voy a entregar pruebas pre operatorias para una pequeña intervención, que debe de revisar el equipo de anestesia y reanimación.
Una auxiliar aparece y solicita los pre operatorios, se lo entrego junto a otras personas que también deben de ir por lo mismo.
Va pasando el tiempo lentamente, algunas personas son llamadas, al pasar media hora de mi hora me dirijo a la auxiliar preguntándole si sabe cuando me van a atender puesto que tenia hora a las 11 y ya son las 11:30, me contesta con displicencia que ya se sabe que hay que esperar, insisto en que quiero saber si falta mucho para que me atiendan, me contesta que me espere y que no me va a decir cuanto he de esperar, al oír esa respuesta le recrimino y le digo que como no me quiere decir el tiempo que he de esperar voy a poner una reclamación, cambia automáticamente y dice que no es que no me lo quiera decir es que no lo sabe, que va a mirarlo y me lo dice.
Se esconde dentro de los consultorios y a los dos minutos me llaman.
Dentro me atiende una doctora, ve correcta la documentación y me pide la firma en el documento de ‘consentimiento informado’, le solicito copia del mismo y ella dice que lo lea y firme que copia no da, bueno, le digo ya enfadado que quiero copia y que estoy en mi derecho, después de varias palabras ella negando y yo insistiendo llama a otra persona, creo que también doctora y le dice que si, que haga fotocopia y me lo entregue, cosa que encarga a otra auxiliar que al rato viene con la copia. Por cierto en ningún momento me ha leído ni explicado ninguno de los términos de dicho documento, lo cual está obligada hacer.
Conclusión de todo esto: la masificación produce un trato inhumano, médicos y personal auxiliar tratan a patadas a las personas las cuales por ignorancia de sus derechos y por excesiva paciencia aguantan carros y carretas.